“Es curioso lo de Valentín. Hasta la semana pasada, a mí y a mis amigos nos parecía un imbécil. Siempre interviniendo en clase con su voz engolada, citando de memoria largas frases, quedándose a conversar con los profesores cuando sonaba el timbre de salida. Siempre sacando buenas notas, incluso en Educación Física, porque es un atleta bastante pasable. Siempre tan arreglado y peinado, sin quitarse la corbata ni siquiera ahora en la toma. Además de todo, Valentín es el presidente del Centro de Alumnos. Pero, ¿a quién le importaba eso hace unos días?”.