“A mucha gente le cae mal Paula. Pocos soportan su manera de ser y de decir las cosas. Reconozco que es bastante especial. Es una de esas personas que nunca se calla, mucho menos cuando lo mejor justamente es callarse. Y suele hablar con una calma provocadora que desespera.
Los padres de Paula vivieron en Francia. Volvieron a Santiago el año pasado y ella entró a nuestro colegio. Es más alta que las otras chicas, tiene el pelo liso y corto, hasta la barbilla, los ojos muy negros y cuando pronuncia las erres hace un raro gorgoteo.
Paula pertenece al Centro de Alumnos. Es una de las vocales y estos días ha demostrado que es muy buena dando discursos. A veces envidio a esas personas que parecen tener las cosas tan claras en la cabeza como para poder decirlas de corrido. Como Paula, que además pronuncia todas las letras de cada palabra, sin comerse las eses finales. Y nunca dice cachai, ni querís, ni sabís”.